Algunos estudios han demostrado el beneficio de los complejos vitamínicos en los pacientes con DMAE intermedia para retrasar la progresión a formas más graves de la enfermedad que tienen un peor tratamiento y pronóstico visual.
Los principales suplementos de estos estudios contenían vitamina C (500 mg), vitamina E (400 UI), betacarotenos (15 mg), óxido de zinc (80 mg) y óxido cúprico (2 mg).
El principal problema es que las dosis administradas en los estudios son más altas de las cantidades diarias recomendadas (CDR) por lo que ninguno de los suplementos comercializados en España contiene dosis tan altas.
Además, no están exentos de riesgos como por ejemplo los betacarotenos que no pueden administrarse en fumadores o que hayan dejado el tabaco hace menos de 8 años porque se ha demostrado un aumento en la incidencia de cáncer de pulmón. Además, el óxido de zinc puede producir alteraciones en el tránsito intestinal o aumentos en los problemas genitourinarios.
En definitiva, la toma de suplementos nutricionales, aunque inicialmente pueda pensarse que es inocua, debe ser indicada por un médico.
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